Los españoles me han parecido agrdables hasta ahora, claro no tuve el chance de conocer a muchos, sólo a algunos pocos en la calle.
La noche anterior nos fuimos a tomar a un excelente bar, muy acojedor y resguardado de las bajas temperaturas, hasta que cerraron el local y como buenos venezolanos nos fuimos a otro bar que cerraba, así que pedimos nuestras birras para llevar. Nos las tomamos en la calle, era como las 3am y hacía como 2 grados, pero igual nos tomamos nuestras cervezas en frente del Palacio Real.
Al día siguiente me levanté tarde, tenía que hacer unas compras y el hecho de que en Madrid cierren de 3 a 5pm es distorsionante. Tuve que esperar a las 5 para llevarme una cámara a buen precio.
Simpáticos vendedores. En lo que supieron de Venezuela me empezaron a explicar lo mucho que gustaban de nuestra cultura, el cuatro, el joropo, etc.
Me fui pirado de la tienda a buscar mi maleta para luego irme en Metro hasta el aeropuerto.
Eso de llegar al aeropuerto en Metro y tan fácil es una gran ventaja que nos hace mucha falta en nuestro país.
Una vez llegado a Berlín me sorprende que esté más cálido que Madrid. Mi afitriona ha hecho todo lo posible por ser una buena afintriona. Me ha llevado a hacer un tour con ella, luego a un excelente tour con guía y a 2 bares.
Anoche tomamos vinos, cervezas y algún miche aleman llamado "Yigamaiaster" (así se pronunciaba... creo)
He notado que mi afitriona venzolana se está "alemanizando", un poco más fría, más alejada, pero eso que no expresa siento que lo calla por una costumbre o forma de ser adoptada en la región. He notado mucho antichavismo en los latinos aquí, se ha convertido en un tema medio tabú conmigo cerca.
Más tarde: museos y cine.
sábado, marzo 26, 2011
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