martes, octubre 16, 2007

luces, cámara, erección

Cada vez que me preguntan si hay algunas películas o algún director que sirva de referencia para lo que yo quisiera hacer en un futuro, me trabo. Porque como es de esperar no tengo una sola película favorita o un solo director, sin embargo en lo único que puedo estar seguro es sobre la carga sexual que me gusta apreciar en una película, por ello Bernardo Bertollucci se convierte en uno de mis directores preferidos y cuando logro mentalizarme realizando ese tipo de historias, hay un signo de interrogación que aparece acerca de la dirección, esto es:


“¿Qué pasa si en la recreación de una escena de sexo, en la que tal vez no se vean los genitales de los actores, el hombre tiene una erección?”


Algunas respuestas he sacado de la boca de un par de actrices y al parecer tiende a ser visto como una invasión al espacio de la mujer. En otras ocasiones he podido sacar respuestas de actores que dicen que les parece falta de profesionalismo. Pero todos llegan a una encrucijada cuando luego les pongo una humilde opinión personal:

“Si el director le está pidiendo al actor que esté en personaje y lo lógico para él es que está representando a una persona que tiene sexo con otra, y lo normal en una relación sexual sea la erección, entonces ¿cuál es el problema de que ocurra en la recreación?”


Hasta ahora mi única conclusión es que debería llegarse a un acuerdo previo con los actores, donde se le diga a la actriz que tal vez el actor podría tener una erección. Mientras más claro quede todo nadie debería sentirse incómodo. Sin embargo bajo esta pequeña conclusión siento que me basaría en una forma de ver la dirección actoral bastante conservadora, porque lo que de verdad creo, es que una erección durante la recreación de una escena de sexo debería ser tácita.

 
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