martes, mayo 16, 2006

Los Pulitzer y la guerra

Muchos ya saben que me encanta la fotografía, pero realmente admiro el trabajo hecho en el fotoperiodismo, especialmente aquellos hechos en momentos donde se corre peligro para tomarlas, como por ejemplo en las guerras.

He aquí varias fotos que he seleccionado que me han llamado poderosamente la atención y me han hecho reflexionar sobre el uso de las armas como símbolo de muerte y una cámara como una manera de expresar larga vida.

Ayúdeme padrecito

Héctor Rondón tomó esta foto durante El porteñazo. Ganó un premio Pulitzer en 1963. Es del Monseñor Luís María Padilla auxiliando al Cabo 2º de infantería de marina Sequera.

Cuenta el Monseñor Luís María Padilla:

A poco rato se escuchó un ensordecedor eco de disparos con distintos estampidos en un trayecto como de dos cuadras que hay entre la primera estación de gasolina y la esquina de la Alcantarilla. A la distancia vi bultos que se movían en el suelo pensé que eran cuerpos humanos, invité a una ambulancia inmediata y fuimos hasta la estación de gasolina, donde estaba un hombre de uniforme tendido, me bajé, lo auxilié espiritualmente. La ambulancia quedó alzándolo y yo partí por el centro de la calle hacia donde estaba el grueso de los caídos que era justamente la esquina de la Alcantarilla. Allí yacían creo que nueve soldados tendidos, dos heridos mortalmente y los demás ya muertos, uno al tocarlo me dijo: “ayúdeme padrecito”. Procuraba echármelo al hombro de pronto llegó una ráfaga de ametralladora que hizo blanco en él, me paré y dándole la absolución y expiró. Otro herido me dijo al tocarlo: “dígale a mi mamá cómo morí”... sobre todos di la absolución y me retiré en busca de ambulancias pero las ambulancias no se atrevían a avanzar porque el fuego se veía cerrado. Entonces advertí mis manos y sotana llenas de sangre...desde entonces me limité a ayudar a las ambulancias y a auxiliar muertos y moribundos...”

Me pregunto si en la actualidad algún monseñor o algún miembro de la alta jerarquía eclesiástica se metería en plena balacera, o en algún enfrentamiento como al 11, 12 o 13 de abril del 2002, para auxiliar a la gente que era abaleada por francotiradores y policía.


James Mederith abaleado

Jack Thornell toma esta foto en el momento en el que James Mederith es abaleado por una turba de de hombre blancos de la extrema-derecha del estado sureño de Mississippi en los Estados Unidos.

Impedido en un principio para asistir a su escuela secundaria por ser negro, James Mederith apeló a la justicia de los Estados Unidos y esta a través del presidente John Kennedy reafirmaron su derecho a asistir a la escuela y además aseguraron su integridad con escoltas de la guardia nacional estadounidense. Sin embargo las autoridades locales y muchos locos racistas de la época decidieron protestar la decisión federal de convertir el sistema educativo en “integral” o un sistema que mezclara las razas sin ningún tipo de prejuicio.

Mederith resultó vivo de esta balacera, ese día decenas de Guardias Nacionales (esos mismos que ahora George W. Bush colocará en la frontera con Méjico) resultaron heridos y 2 personas murieron, entre ellas un fotógrafo frances que trataba de retratar este momento, justo como lo hizo Jack Thornell.


Ejecución

Eddie Adams se ganó el premio Pulitzer del año 1968 por esta foto de la ejecución de un vietnamita.

El general Nguyen Ngoc Loan de Vietnam del Sur, ejecutaba a un oficial del Frente Vietnamita de Liberación Nacional (FVLN), también conocido como el Viet Cong. El general Loan lo ejecutó sumariamente por haber dado muerte a por lo menos ocho personas.

Eddie Adams pudo recoger esta increíble imagen capturando el momento justo en el que la bala está dentro de la cabeza del ejecutado. Sí, es algo sangrienta, pero retrató esa realidad de la guerra de Vietnam.


Sabra y Chatilla

Billy Foley captura el momento en que una mujer palestina reclama a oficiales de las Naciones Unidas por no haber estado para proteger a la población en el instante en el que una milicia cristiana masacró a cientos en Sabra y Chatilla, en el Líbano.

La mujer le dice que le han perdido la pista a los asesinos de cientos, en lo que se conoció como la Masacre de Sabra y Chatilla en 1983, en el que un grupo armado Cristiano asesinó a cualquier persona que se le atravesara en un sector palestino. De hecho se contaron alrededor de 800 palestinos asesinados.

El fotógrafo Blli Foley estaba junto al grupo de soldados de las Naciones Unidas quienes habían llegado a la zona luego de la matanza y pudo retratar a civiles quienes pedían paz y contaban con la fuerza de las N.U. para tratar de frenar la guerra civil que, de igual manera, se generó después de esta masacre.

Las tropas de las N.U. abandonaron la zona meses después por recibir fuertes ataques suicidas que provocó muchas bajas de los cascos azules. Y a Ariel Sharón se le acusó por haber permitido u ordenado la matanza, cosa que en el 2001 se olvida cuando un tribunal en Bélgica suspende ese juicio.


Kosovo

Un niño de 2 años es pasado de un lado a otro de un campo de refugiados en Kosovo y Carol Guzy tomo la foto que le daría un premio Pulitzer en el 2000.

Carol Guzy tomó esta foto en un campo de refugiados de Kosovo, ahí pasan a través de las rejas y alambres de púas a Agim Shala (2 años), quien llega a las manos de sus abuelos en este campo de refugiados en Kukes, Albania.

Al parecer la familia Shala pudo reunirse ahí mismo después de que el conflicto pasó.

 
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